Afortunado es aquel que abre sus ojos a tiempo y se quita antes de que
la piedra lo haga tropezar.
Increíble es aquel que se tapa los oídos cuándo el trueno esta por
escuchar
y que es atento cuándo alguien lo quiere lastimar.
y que es atento cuándo alguien lo quiere lastimar.
Que es sincero y aborrece la hipocresía, que cree en el amor y en los
cuentos de hadas.
Que rocía polvos de estrellas y que no importa donde camine siempre deja
una huella.
Que sabe escuchar a los corazones y en sus tiempos libres le busca forma
a las nubes del cielo.
Que pese a lo horrible y mundano, sigue creyendo en los seres humanos,
que respeta a los demás
y aleja de si la falsedad, que no se deja atrapar ni vencer, por más que
la vida lo haga caer.
Que no dice los "te amo" en vano, que construye fuertes lazos
para toda la vida,
que hace un castillo con un montón de piedras,
que hace un castillo con un montón de piedras,
que es fuerte y esboza una sonrisa, mientras se traga sus lagrimas de
una a una.
Que consuela el dolor ajeno cuándo él mismo se muere por dentro,
que práctica todos los días una sonrisa frente al espejo, y esconde el dolor que lleva por dentro.
que práctica todos los días una sonrisa frente al espejo, y esconde el dolor que lleva por dentro.
Que sabe que los demás le miran fuerte, solo porque no se tira a llorar,
de rodillas al suelo.
Cuándo en realidad su alma es tan débil que en cualquier momento se
puede desbaratar.
No es fácil ser fuerte, estamos hechos de una manera en que nos dañan
muy fácilmente,
que las palabras duelen como miles de agujas en el pecho.
que las palabras duelen como miles de agujas en el pecho.
Fabricados con un material tan
frágil, que se rompe con un simple rasguño,
un material con él que rápidamente nos damos por vencidos y nos dejamos caer,
un material con él que rápidamente nos damos por vencidos y nos dejamos caer,
por eso muchas veces es necesario
fingir que eres fuerte, que demostrar que eres débil.
E incluso a veces es mejor taparse los ojos y sonreír, para no ver la
realidad y llorar.