▲86 Life does not end with "They lived happily ever after"

Si la vida fuese un libro, esta sería la escena en que los protagonistas ven todo de color de rosa. Los libros inventan mágicos romances y ven a la vida de manera tan irreal. Cada uno de los problemas, las tragedias, los sueños, las metas y el romance imposible de los protagonistas se cumple. Claro, porque el amor todo lo vence, todas las personas buenas son felices y las malas pagan las consecuencias de lo que hicieron, porque las personas que no valen la pena cambian siempre para bien, porque no importa que suceda, al final todos los sueños se hacen realidad, por supuesto, esto ocurre porque asi debe de ser. El guapo y popular se enamora de la chica tímida y antisocial, le jura su vida y un poco mas. Se casan y viven felices para siempre. 

¡Mierda! ¿No son los libros algo hermoso?

Pero la vida real no es así, y todo esto se descubre de una manera dura. Los felices para siempre están muy sobrevalorados últimamente, los felices para siempre fueron inventados para no revelar la verdad de lo que ocurre después. Nadie dice que a los tres años de matrimonio él la engañó, nadie dice que ella subió más de quince kilos antes del primer embarazo. Nadie, nunca nadie revela que él ahora es alcohólico, que ella ve en su mejor amiga algo mas que una amiga y que muy probablemente ellos; ya ni comparten la misma cama.


Esa es la hipocresía de los libros y ésta, ésta es la verdad que los escritores nunca quisieron contar, que la vida no acaba en finales felices, porque después del final felíz se sigue viviendo.

Nunca busques un príncipe para tener un final felíz, porque aunque lo busques no lo encontrarás; busca esa persona que te ame y sobretodo que ames, y que compartirá contigo la felicidad momentánea, y las largas agonías.